Ocho apellidos catalanes

Rafael Nadal en rueda de prensa el 21-IV-2014 .Foto: Banco Sabadell.



Rafael Nadal, tenista legendario, tiene una ceja que va por libre. A su bola. Se dispara en el momento más inesperado alzándose a los cielos y delatando los sentimientos de su propietario, lo quiera él o no. Tiene soberanía propia.
         Esa ceja hizo de las suyas esta semana durante una de la ruedas de prensa de Nadal en la edición del torneo Conde de Godó. Emboscado entre la multitud de periodistas que le preguntaban sobre su estado de forma y las previsiones para la temporada en tierra batida, estaba uno al que se le ocurrió preguntar : ‘’conociendo tu ‘fair play' y sabiendo que no eres anti-nada ¿Puedes explicar por qué eres madridista?"…
         Tras un momento de confusión, la ceja se disparó hasta las más altas cotas de la perplejidad y, con cara de emoticono, Nadal le explicó que no hay nada que explicar, que en un mundo libre cada uno elige lo que quiere, sin fanatismo y que, si el de la pregunta es barcelonista sin preguntas, Nadal es madridista sin respuestas. ‘’S’ha acabat’’, remató Rafael en el catalán por el que transcurría el diálogo.
          Nadal estuvo soberano, pero su inquisidor estuvo más bien soberanista. El fondo de su pregunta pasaba por encima del tenis hasta llegar al fútbol y a la rivalidad más que futbolística de Madrid y Barça. Tenía trastienda, era algo más que aquello de ‘’papá ¿por qué somos del Aleti?’’ Cómo explicar de otra forma que alguien deba dar razón sobre sus gustos, sus creencias o sus opciones. Claro es que la constitución de 1978 ya se ha quedado estrecha, que tal vez haya que sacarle la sisa en todos sus artículos. En todos. Menos en el 14. El que dice aquello de ‘’los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social’’.
         Si estos principios no se respetaran, la veda podría abrirse de forma peligrosa y todo estaría permitido. Uno tendría que explicar en las ruedas de prensa por qué es homosexual, católico, afiliado a UPyD o suscriptor de GARA.
Por cierto, fue el director de GARA el que hizo una crítica demoledora de ‘’Ocho apellidos vascos’’, la película que bate sin tasa las taquillas de toda España. Si seguimos la broma de ese título, puede que el inquisidor de Nadal acabara pidiéndole ocho apellidos catalanes para jugar en el próximo Conde Godó.
Claro que eso sólo se le podría ocurrir a él. La mayoría de aficionados del Barça toleran y entienden. Además estos días no están para nada. La muerte de Tito Vilanova, hombre discreto y educado, puede con todo. Como dijo Nadal al ser sorprendentemente eliminado en este Conde de Godó, "cuando ocurren cosas así todo lo demás importa poco, no te preocupas por un partido de tenis".

         Ni pides más explicaciones.