El Rey no está aforado en Mestalla



 
Final de la Copa del Rey de Fútbol, Mestalla 13-V-2009 (Foto: La Voz Libre).
Ahora que el ministro de Justicia intenta ampliar la categoría de aforados a la Reina y al Príncipe de Asturias, la Agenda de la Casa Real dice que su Majestad presidirá la final de la copa que lleva su nombre. Que volverá al lugar de los hechos. A un sitio donde ni siquiera él, que no precisa de ese privilegio del que disfrutan otros 10.000 españoles, fue inmune al desprecio y a la humillación. Al campo de Mestalla. El único terreno donde se demostró que, por mucho que diga la Constitución, su figura no es inviolable. Donde empezó todo.

Me refiero al final de un pacto no escrito que mantenía a la Familia Real lejos del escrutinio público. Que salvaguardaba su poder, al margen del cuarto poder. Ese final llegó con la final de la copa del fútbol, un 13 de mayo de 2009. Un torneo importante para el monarca, el más antiguo de cuantos se celebran en España, nacido para festejar la coronación de su abuelo Alfonso XIII. Pero esa copa en 2009 se volvió contra el rey. Vascos y catalanes sacaron la patria al césped y pitaron a los símbolos de España. A aquel himno sólo audible en la trucada repetición de RTVE y a la encarnación de la patria grande: al rey de España.

A partir de ahí el desastre. Aquel infausto día de la república de 2012 en que el rey posaba ante un elefante muerto y luego los infinitos paseos de su yerno por los juzgados hasta que su hija, una infanta de España, hizo lo mismo. El viejo campeón de la democracia había perdido parte de su título. Ya no era campeón y, por los muchos achaques, quedaba convertido sólo en un viejo apoyado sobre su bastón.
Agenda oficial de la Casa Real para el 16-IV-2014.


Y aquí vuelve Mestalla. Y este año que el rey marcó como de la reconquista de su viejo prestigio, acaba en 14. Como aquel 1714 en que el recuerdo de una guerra librada para la Sucesión de un antepasado del rey de España, quiere ser convertida desde los poderes catalanes en una guerra de secesión. Nunca una vocal ha cambiado tanto para tantos.

Esa guerra se jugará en el césped, porque ya hace tiempo que al Barça le han dado uniforme en ese ejército. Este año al Real Madrid le darán el traje de España. Lo quiera o no. Es el que le toca, porque no hay guerra que tenga un solo contendiente y hay quien está muy interesado en luchas ante las cámaras y ante el mundo.

Dicen que allí estará el Rey, rodeado de medidores de decibelios ya que, a falta de ley que ampare un plebiscito, Artur Mas se ha encargado de fabricar mil. Y este lo será. Porque la patria del fútbol tiene copa, pero no conoce más rey que la victoria.