El Papa y un Cardenal metidos en el asunto de la unidad de España

El Papa y un Cardenal metidos en el asunto de la unidad de España

                Sucedía el día el pasado 4 de marzo. El Arzobispo de Toledo salía de una reunión en el Vaticano en la que el Papa manifestaba su preocupación “por la dificultad  de España como país para estar unidos”. El Papa hablaba desde su óptica sudamericana, de naciones jóvenes, cuyos problemas no son en ningún caso los de esta es la bandera, esta es nuestra patria". Nada que ver con España.

Debería pedir el Papa asesoramiento sobre el papel histórico de la Iglesia católica en los sentimientos nacionalistas más arraigados en España. Empezando por el español y siguiendo por el catalán y el vasco. Siempre ha tomado partido y no siempre por la misma bandera.
Tal vez deberían decirle eso al Papa. O que echara mano de su forofismo por San Lorenzo de Almagro y sus conocimientos de La Roja, para entender que, en España, la única patria que últimamente no da problemas es la patria del fútbol. Claro que en este caso ha tenido que ser un Cardenal, de nombre Miguel, y a la sazón presidente del Consejo Superior de Deportes, el que, intentado acercarse al catalanismo, sembró la discordia otra vez, defendiendo a un Barcelona con problemas con la justicia, “como activo fundamental de la marca España.”